1. Demostración de producto mediante Realidad Virtual.
2. Caso de éxito: Trumpf, laser y electrónica.

Hace apenas 5 años, la Realidad Virtual era una tecnología que la mayoría de la sociedad desconocía, más allá de algunos productos, que por caros y poco prácticos, tuvieron muy poco éxito.

En 2012 Oculus lanzó una campaña en KickStarter (la plataforma de crowdfunding mas conocida) con un dispositivo de Realidad Virtual, que no solo prometía un increíble salto tecnológico, sino un precio muy reducido, al alcance de cualquier usuario. No fue hasta 2016, cuando Oculus Rift llegó al mercado de forma global, ya de la mano de Facebook, y en ese mismo años se lanzaron otros tres productos de Realidad Virtual orientados al consumidor (HTC Vive y Sony PSVR).

En tan solo unos años 3 años y siendo aun un sector en pleno desarrollo, el volumen de ventas ha alcanzado los 2.400 millones de dólares, pese a que todavía son pocos los dispositivos y competidores, y que la tecnología aun no es muy conocida.

El motor que hay detrás de este fuerte crecimiento y desarrollo es el sector del ocio, y más concretamente el de los videojuegos, pero las aplicaciones de la Realidad Virtual van mucho más allá, y tienen aplicación en otros sectores como la enseñanza, el marketing, turismo, seguridad , etc.

La Realidad Virtual tiene multitud de usos y aplicaciones en el campo de la industria y los servicios. Uno de los más extendidos es el de la previsualización, simulación y prototipado de productos e instalaciones.

Esta tecnología nos permite simular en un entorno virtual, una instalación o un producto, e interactuar con él, incluso antes de que dicho producto exista realmente o haya sido fabricado. Las posibilidades que esto abre, tanto para experimentar la interacción de prototipos como para su comercialización son enormes.

A nivel comercial, permite enseñar en una feria o showroom complejas instalaciones o grandes sistemas , sin tener que desplazarlos o disponer de modelos solo para enseñar, algo que no solo es muy caro, sino que en ocasiones es imposible.

Mediante Realidad virtual podemos crear showrooms digitales, que podremos trasladar con costes muy bajos, crear demostraciones itinerantes o roadshows o incluso trasladar a las instalaciones del cliente o a su propia casa para que lo visualice desde un teléfono móvil. Además, podremos utilizar nuestra demostración virtual en distintas localizaciones de forma simultánea o incluso interactuar con clientes en el mundo virtual de forma remota.

Permite también modificar la instalación en el entorno Virtual, personalizar el producto o variar la configuración, y tenerlas funcionando en minutos, aportando gran valor al showroom y facilitando la venta.

La empresa valenciana Innoarea, ha desarrollado para Trumpf, empresa puntera a nivel mundial en láseres y electrónica para aplicaciones industriales, varios productos y soluciones basados en Realidad Virtual, para apoyar su actividad comercial.

El primero de ellos es un punto de Realidad Virtual, que instalaron en la muestra MetalMadrid, donde los visitantes podían ver en pleno funcionamiento y a tamaño real, e incluso interactuar con ella, una máquina de corte por tubos láser, algo que de otro modo habría sido imposible, debido al enorme coste, debido a su tamaño y complejidad que supondría trasladarla.

Innoarea desarrolló una  aplicación donde el visitante puede acercarse al máximo a la máquina e incluso contemplar su interior para ver en detalle los procesos de fabricación que realiza la misma, tales como serrar, perforar, fresar o punzonar.

Más recientemente han desarrollado un sistema de demostración Virtual, que permite visualizar los modelos más avanzados de sistemas láser que desarrolla Trumpf en una plataforma pensada para trasladarse fácilmente, de modo que pueden disponer de puntos virtuales, fácilmente actualizables, móviles y que incluso disponen de un sistema de visualización para el estándar «Cardboard» que permitirá a cualquier usuario realizar una experiencia similar, desde cualquier lugar, utilizando un smartphone.