Nos encontramos en una sociedad en constante cambio y evolución, a veces frenética en algunos aspectos. Gran ‘culpa’ de esta capacidad de transformación o reinvención viene motivada por la fuerza con la que las nuevas tecnologías han irrumpido en todos los terrenos sociales. Si echamos la vista atrás, tan solo dos o tres décadas, las diferencias en los hábitos de consumo de cada generación son muchísimas, y en gran parte por la intervención de las innovaciones de los últimos años.

Todo ello ha hecho que, en la actualidad, convivan generaciones con una forma muy diferente de comprar, disfrutar del ocio, consultar información o comunicarse con sus amigos o familiares.

En la búsqueda de nuevos modelos de negocio, las startups y pymes buscan espacios nuevos de mercado donde encajar con las necesidades de las generaciones más jóvenes. Los niños, adolescentes y jóvenes de hoy son también los consumidores del presente y del futuro, y conocer sus hábitos y sus rutinas se hace muy importante si deseamos dar con un modelo de éxito.

Este acelerado ritmo de cambio y transformación, hacen que las estrategias tengan una vida útil cada vez menor y que sea necesario que las empresas las modifiquen y pongan en marcha a gran velocidad para que no queden desfasadas.

Si pensamos en modelos de negocio que puedan funcionar ahora y, sobre todo, que puedan tener recorrido, debemos fijarnos en la última generación y su relación con el entorno.

Nos referimos a la llamada ‘Generación Z’, también denominada como los ‘nativos digitales’, niños y jóvenes de hoy que nacieron a partir de 1995, hasta la actualidad, y que desde pequeños han integrado las nuevas tecnologías en su día a día de una forma muy natural.

Toda generación anterior ha observado la llegada de internet, los smartphones o las redes sociales a una edad adulta, pero en el caso de la generación Z ya han crecido con las principales innovaciones del presente, un rasgo más que diferencial que han afectado de forma determinante su forma de ver el mundo, de comunicarse, de consumir, de vivir.

Esa es su principal característica, pero de ella se desprenden otras que es muy importante conocer si estamos en la búsqueda de modelos de negocio que puedan ser atractivos para la generación Z:

En términos generales, nos referimos a una generación con un alto acceso a la tecnología desde su niñez. Esto hace que, para ellos, utilizar un smartphone, una tablet, una Smart TV, navegar por internet o utilizar las redes sociales sea algo intrínseco a su día a día, natural, porque les ha acompañado siempre, sin aparecer de forma abrupta como le ha ocurrido a generaciones anteriores.

Esta relación natural con la tecnología hace que, ante nuevos modelos de negocio, debamos tener muy presente que nos dirigimos a auténticos expertos, posiblemente más que nosotros, en lo que se refiere al uso diario de las nuevas tecnologías.

Como usuarios naturales de las nuevas tecnologías desde muy pequeños, los nativos digitales cuentan con una capacidad muy elevada de aprender por sí mismos a utilizar cualquier dispositivo, aplicación o producto de base tecnológica.

Desde muy temprana edad han pasado por sus manos dispositivos móviles, táctiles, interactivos, que han probado como cualquier niño mediante el ensayo/error hasta ser auténticos autodidactas y manejarlos tan bien o mejor que adultos de generaciones anteriores.

Los tutoriales son para ellos algo muy normal que buscan y consultan para hacerse con el dominio de cualquier innovación que están conociendo. Sin duda, esta capacidad debe ser muy tenida en cuenta por las pymes que quieran sorprender con nuevos productos o servicios a la generación Z, muy exigente y capaz de detectar las imperfecciones de cualquier innovación.

La generación Z es la principal usuaria de la red, ellos son los mejores conocedores del medio por haber nacido con él incorporado en sus vidas, y ellos marcarán también las pautas de la comunicación de los años venideros, como usuarios y como generadores de nuevos conocimientos e innovaciones en las iniciativas y empresas que ellos mismos crearán.

Por lo tanto, la red se establece como el mejor canal de comunicación que las pymes deben utilizar para llegar a estos usuarios, aunque para comunicarse, los nativos digitales no utilizan un solo canal, sino que son capaces de utilizar varias vías de comunicación en la red para relacionarse con sus amigos y familiares.

Mensajería instantánea, redes sociales, campus virtuales, blogs, foros y otros canales son los elegidos por la generación ‘Z’ para la mayoría de sus comunicaciones con el exterior.

En términos de consumo, las empresas deben conocer muy bien los hábitos de una generación que cuenta con particularidades únicas a la hora de consultar y tomar decisiones de compra.

Al lado de generaciones anteriores, que todavía optan por la compra física en establecimientos tradicionales, el consumo de la generación ‘Z’ pasa prácticamente siempre por la red, ya sea para conocer un producto, informarse sobre el precio, compararlo con otros similares o adquirirlo directamente online.

En este sentido, nos encontramos ante los consumidores más exigentes de la sociedad actual. Si las generaciones anteriores observan principalmente el producto y su precio, en el caso de la generación ‘Z’ hablamos de un consumidor que va mucho más allá. A través de diferentes espacios en la red consultará el producto y el precio, pero también desgranará minuciosamente sus características y prestaciones.

Además, querrá conocer otros detalles del proceso como el envío y sus costes, o el tiempo que tardará en recibir el producto en su casa. Además, probablemente vaya a la propia web de la empresa para observarla, acceda a sus perfiles de redes sociales para seguirlos o ver sus comunicaciones, y hablará con sus amigos sobre tal o cuál producto y también recibirá feedback procedente de la red por parte de su entorno.

Tras un análisis más profundo del que habitualmente hacen las generaciones anteriores, tomarán una decisión de compra. El proceso, en su caso, no finaliza aquí. Tras realizar una compra en la red, observará si se cumplen los plazos de entrega, se fijará en la presentación del producto al llegar, la atención recibida por la empresa o las comunicaciones que ha recibido durante el proceso de compra y envío (emails, avisos del envío, agradecimientos, etc.) y, finalmente, contará con su compra en sus manos, o en su dispositivo, si es virtual.

Por último, la ‘generación Z’ será también nuestra principal prescriptora. Una compra y un servicio satisfactorios también supondrán un retorno para nosotros en forma de opinión en la red en plataformas de usuarios, de comentarios positivos en nuestra web o blog, de explicaciones a sus principales contactos.

Las pymes dejan de ser sus principales difusoras de mensaje para que los propios consumidores marquen en qué lugar se encuentran sus productos en términos de calidad y servicio, entre otros aspectos. Por ello, persuadir a un nativo digital para realizar una compra y que, además, todo el proceso sea satisfactoria, nos reportará mucho más retorno que el propio ingreso por la venta realizada.

Como empresa debemos tener muy presente en qué lugar de la red actúa principalmente la generación Z. Esos lugares son, en esencia, los utilizados para buscar información y para comunicarse con otras personas. En muchos casos, esos dos objetivos también se mezclan en los mismos canales. Los nativos digitales no conciben la búsqueda de información sin los buscadores, principalmente Google. Además, también son grandes consumidores de otras fuentes de información para ellos como son Youtube y las principales redes sociales (Facebook, Twitter, Instagram).

En el caso de la relación con otras personas, recurren esencialmente a las mismas redes y añaden otras que, pese a iniciarse como servicios más propios de la mensajería instantánea, ya son auténticas redes sociales (Whatsapp, Snapchat, etc.). Sin todo este entorno de información y comunicación, los nativos digitales no conciben su actividad en la red.

El estudio de la generación con más potencial para el consumo del futuro es capital si buscamos el éxito empresarial. De hecho, ya se pueden apreciar diferencias importantes entre los nativos digitales de 1995 y los niños que hacen en la actualidad, con lo cual nos encontramos ante una generación que también evoluciona al lago de la tecnología y que deberemos conocer año a año. Solo así podremos lanzar productos y servicios realmente innovadores que impacten y atraigan a estos consumidores tan exigentes.