Una de las nuevas profesiones que tienen y tendrán un gran protagonismo en la industria como consecuencia de la introducción de las nuevas tecnologías, es la robótica. Según los expertos, se espera que en los próximos años desaparezcan muchos puestos de trabajo, pero paralelamente se incrementará significativamente la demanda de personal para cubrir las plazas que surjan en el sector de la robótica en sus diferentes vertientes.
A la hora de hablar de las nuevas profesiones por la introducción de las nuevas tecnologías en la industria, es obligado hablar de la robótica, una rama de la ingeniería que combina diferentes disciplinas, electrónica, informática, mecánica, física, ingeniería de control e inteligencia artificial.
Su aplicación abarca todo tipo de áreas y su introducción se acelera a medida que se realizan nuevos descubrimientos, se desarrollan nuevos dispositivos y sistemas de control, nuevos sensores, programas de ordenador más precisos capaces de controlar múltiples variables, etc.
Las nuevas tecnologías se denominan así porque han aparecido hace relativamente poco, se han perfeccionado, difundido y asimilado de un modo que sus consecuencias son de una magnitud y transcendencia sin antecedentes, se puede citar como ejemplo la revolución de los teléfonos móviles y cómo en pocos años ha cambiado la vida de millones de personas.
De todas las nuevas tecnologías de las que podemos hablar, hoy trataremos la robótica, tecnología que se ha convertido en un aspecto clave en la producción moderna y forma parte de ese tsunami digital en el que vivimos.
La Asociación de Industrias de Robótica (RIA) define un robot industrial como un manipulador multifuncional reprogramable capaz de llevar a cabo tareas como mover piezas, materiales, herramientas, llevar a cabo procesos de montaje, supervisión de la calidad y muchas otras funciones que los convierten en una gran ventaja para la industria.
Las implicaciones para el mundo laboral serán muy importantes. El resultado es que muchos empleos desaparecerán en un plazo máximo de dos décadas, al menos así lo aseguran estudios como el realizado por expertos de la Universidad de Oxford. Pero hay más, se espera que hasta el 90% de las profesiones que se mantengan, sufrirán cambios significativos, una transformación que obliga a adquirir nuevas competencias por parte de los operarios humanos.
En principio, se puede decir que muchos empleos desaparecerán, pero se crearán nuevas profesiones como consecuencia de esta revolución tecnológica, donde el uso de máquinas en los procesos productivos se convertirá en algo tan habitual como que llevemos un smarphone.
Según los expertos, algunos de los puestos de trabajo que están en vías de extinción son los que están en los sectores con mayor potencial de automatización, alojamiento y restauración, industria, transporte y almacenaje, minería, venta al por menor y por mayor, agricultura y energía. No es extraño que la situación genere preocupación, pero como ya hemos comentado, paralelamente crece la demanda de nuevas profesiones.
Grandes compañías como Google, Microsoft, IBM, etc., se esfuerzan por introducir el mundo del código en la educación infantil, subvencionan programas educativos, desarrollan sistemas que faciliten el aprendizaje e incluso lanzan juguetes tecnológicos con una única finalidad, enseñar programación a los niños y esperar que se convierta en su profesión, a sabiendas de que la programación será uno de los pilares en el mercado laboral el día de mañana.
Con la robótica ocurre lo mismo, intentar que los niños se aficionen por esta rama y que hagan de ella su profesión está sujeto a las mismas necesidades que la programación.
Hay muchas referencias que muestran cómo influirá la introducción de las nuevas tecnologías en la industria en las oportunidades laborales futuras, se puede citar el informe presentado por ManpowerGroup, una multinacional americana que se dedica a la consultoría de recursos humanos.
En este informe titulado “La revolución de las habilidades”, se apunta que a pesar de que los desarrollos tecnológicos provocarán una mayor automatización, y en consecuencia una disminución en el número de empleados o un menor crecimiento en la contratación en algunas áreas, en realidad se van a crear una gran cantidad de puestos de trabajo, se tratará de una mano de obra más cualificada y con habilidades necesarias para poder seguir la estela del desarrollo tecnológico.
El MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) también ha realizado estudios para determinar qué profesiones se verán afectadas a medida que se introduzcan los robots y realicen los trabajos que habitualmente hacen los seres humanos, leyendo estos estudios se pueden sacar varias conclusiones, como la de saber qué profesiones son las más convenientes para garantizar un puesto de trabajo en el futuro.
Por ejemplo, en el campo de la medicina los cirujanos tendrán mucho futuro (al menos hasta el año 2050, cuando se espera un robot cirujano perfecto), pero será necesario que adquieran disciplinas sobre el uso de robots que actualmente ya están realizando determinadas operaciones.
Todos los trabajos que sean susceptibles de automatizarse son los que corren más riesgo, por el contrario, aumentará la demanda de forma significativa de analistas, programadores, científicos de datos, arquitectos de nuevas realidades, diseñadores de órganos, robotistas, diseñadores de redes neuronales robóticas e inteligencia artificial, terapeutas de empatía artificial, impresores en 3D, protésicos robóticos, ingenieros de manorobots médicos, abogados especializados en drones y ciberseguridad, community manager y marketing para el mundo móvil, diseñadores visuales y creativos digitales, la lista de nuevas profesiones es muy amplia, algunas ya están operativas, otras se crearán en pocos años.
Los sectores que liderarán la contratación en los próximos años en nuestro país serán el sector tecnológico, I+D+I, turismo y ocio, salud y bienestar. Se apunta que uno de los principales problemas es el desajuste entre la oferta y la demanda de profesionales, la razón es la brecha formativa y de especialización existente en nuestro mercado laboral.
Las empresas a corto y medio plazo tendrán problemas para encontrar los nuevos perfiles que se ajusten a sus necesidades, un reto complicado de afrontar debido a los cambios que rápidamente se producen debido a ese tsunami digital. Por tanto, merece la pena tomar como ejemplo la política de las grandes empresas tecnológicas antes citadas, ven lo que viene y procuran preparar el terreno para contar con profesionales que satisfagan sus necesidades.
Otras previsiones apuntan a un futuro a corto plazo más dramático, según el informe FutureScape: Worldwide Robotics 2017 Predictions del IDC (International Data Corporation), el cambio que se está produciendo, y que se intensificará con el paso de los años, pondrá en peligro el medio de vida de millones de personas.
Se apunta que el año que viene, casi un tercio de los robots serán más inteligentes, más eficientes y capaces de colaborar con otros robots, además trabajarán con seguridad junto a los seres humanos.
Si se pudiera hacer un cambio gradual y ampliarlo en el tiempo, algunos de los problemas citados no afectarían del modo en el que se prevé que afectarán, lamentablemente el desarrollo tecnológico es una máquina que no se puede parar, pero tampoco se debe. La robótica es una profesión actual y de futuro, con muy buenas expectativas en muchos sectores de la industria.
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